
Es verdad que mis queridos Jesús Gutiérrez y Txus Iparragirre me dieron permiso para sacar mi listado de agradecimientos, ayer en el cierre de la presentación de mis libros. Pero me supo a poco; sigo teniendo muchas, muchas, ganas de dar las gracias.
💚 Porque fue un acto muy cálido. Así lo sentí. En el escenario se respiraba el buen rollo: mi amigo Jesús, de maestro de ceremonias, con su saber estar, entrando al trapo de nuestra impagable Txus; compañera periodista de las buenas, buenas: divertida, ocurrente, ágil… Tremendo equipo. Eso es arrope y lo demás son tonterías.
❤️ Mi familia, mis amigas y amigos, lectores y lectoras… La sala llena, a pesar de que, desde arriba, con tantas separaciones impuestas, parecía desangelada. Es la fotografía de la cultura en la nueva normalidad; pero es así, no hay más. En ese contexto, ayer pude presentar mis novelas rodeada de cariño y no hay palabras para expresar lo intensa que es esta emoción de haberme sentido tan acompañada en algo que es tan importante para mí.
💝 Estuve tranquila, relajada, disfrutando de ese lujo que es hablar de lo que te apasiona. Porque a mí contar me da la vida. Desde arriba vi gente emocionándose conmigo, vi sonrisas y vi y escuché risas (con Jesús y Txus, antes o después, risas; siempre). Y tuve ocasión de charlar con personas que habían leído mis novelas y firmar libros sabiendo que, al hacerlo, de alguna manera, me comprometía con ese lector o lectora que recorrería mis páginas.
💕💕 Estoy feliz. No voy a hacer menciones, porque no quiero correr el riesgo de dejarme a nadie. Ayer sí lo hice, pero ya se sabe que las palabras se las lleva el viento y cuento con que, si alguien se quedó fuera de mi reconocimiento, sabrá disculparme por aquello de la emoción del momento y ¡porque estábamos a millones de cosas! 😉
Gracias, gracias y muchas gracias.
Eskerrik asko!
Más información sobre el evento, en esta entrada ampliada en mi web.