¿Puede alguien encender una vela?
¿Hay alguien? ¿Mamá?
Hace frío aquí. No sé cómo se me ha ocurrido meterme en un lugar como este ni cómo se sale. No veo nada.
Supongo que vendrá alguien a buscarme… O no. Igual todavía nadie se ha dado cuenta de que no estoy, de que me he perdido. En ese caso, podría pasar un tiempo…
Hambre no tengo. Pero frío, sí. Ya lo he dicho.
Hay mucha humedad en este sitio. Mi rodilla chilla. ¿Me siento en el suelo? Me siento en el suelo.
Hay barro. Barro seco. Bueno. Sacudiéndome un poco la ropa, a lo mejor no quedan manchas y nadie se da cuenta de que voy sucia. Cuando consiga salir de aquí, claro. Si no, poco me van a importar las manchas de mi vestido.
Tiene que haber una vela por aquí, una linterna, algo. Me voy a tener que levantar y tantearlo todo. Venga, ánimo. Como sueles hacer: gírate contra el suelo e impúlsate flexionando la buena… Ya está. Me duele mucho.
No hay nada donde apoyarse: no encuentro ni un solo obstáculo a mi paso, no hay muebles. Y por más vueltas que doy, no alcanzo las paredes que me acabarían llevando a una puerta o a una ventana. ¿¡Qué clase de lugar es este!?
Me pregunto si debería tener miedo. No lo tengo. Estoy nerviosa, eso sí. Preocupada, por lo triste que me pone este lugar. Necesito irme.
¿En serio mi voz no llega a ninguna parte? ¿No hay nadie que pueda encender una vela y ayudarme a salir de aquí? ¿Mamá?