¿No dicen que la nieve limpia la atmósfera? ¿Y puede ser que al limpiar la atmósfera, se lleve también la mala onda? Pues aquí va una bomba: por favor, que nieve.
Tranquilas, amigas y amigos que me conocéis tanto y debéis pensar que me he vuelto loca, para hacer tamaña petición a Dios, al Universo… ¿Hay alguien ahí arriba (creo) que recepcione peticiones desesperadas?
Decir “loca” son palabras mayores, lo sé. Acabo de “audioleer” Por si las voces vuelven, de Ángel Martín, y ahí no estoy. No, de momento #oremos
Aunque, si he de ser sincera, me tiene “loca” la rotunda afirmación de Ángel (después de lo compartido, lo siento como si fuera mi amigo) de que estar loco es lo mejor que le ha pasado en la vida. Lo dice varias veces, con una contundencia tan aterradora como conmovedora. Me hermano con una afirmación parecida cuando digo que mi aparatoso atropello fue un regalo. Tanto él como yo argumentamos sobradamente nuestros titulares, pero no están en la misma liga, qué va.
Al lío, que me disperso. Continúo en modo supervivencia de mis días y en alerta permanente. No recuerdo cuánto hace que no tengo un día previsible y sin sobresaltos. Bendita rutina, tan denostada a veces. Si quisiera una Filomena limpiarme un poco el ambiente…
En fin, que iba yo, cruzada un día más, camino de la pelu, cuando me he topado con un agujero del tiempo. El ruido de una correa de persiana ha llamado mi atención: esas ventanas…
Año 1989. Todo estaba por pasar y mucho de aquello que viviría y me cambiaría para siempre empezó tras aquellas ventanas. Estuve acudiendo con regularidad a este lugar durante varios años. Allí crecí con una urgencia que no lo merecía y me asomé, confiada, a paisajes hermosos y, peligrosamente, a pozos profundos, húmedos y oscuros. Estoy en paz con aquel tiempo del que me costó limpiarme. Pero esta mañana, al sentir la correa de la persiana, una nube negra se ha colocado sobre mi cabeza y, como una piñata de cumpleaños infantil, ha descargado sobre mí sensaciones, olores, conversaciones, discusiones, silencios, secretos, aprendizajes e imágenes de algunas flores.
Me he sacudido los recuerdos y he cambiado de canal mental. Hay épocas de la vida de una persona que están mejor archivadas. Bastante lío tengo yo en los últimos tiempos, para ir a enredarme en el camarote.
Que no llueva, que no llueva, Virgen de la Cueva. Por esta vez, mejor que nieve. Filomena, date una vuelta por aquí y colabora, anda.